Sur, pandemia y después

En el año 2010 se sancionó la Ley Nacional de Salud Mental N° 26657. No se trató de una irrupción repentina, sino de una instancia de condensación de viejos debates acerca de la locura, la sanidad, y cuál es el rol que deben desempeñar lxs sujetxs con padecimientos mentales. La nueva norma plantea la necesidad de desterrar el modelo manicomial, que supone la reducción y tutela de las personas con patologías psíquicas a partir de diagnósticos centrados en condicionantes individuales y biológicos. Se propone en la ley un abordaje contextual que, además de los factores orgánicos, contemple la incidencia de elementos sociales, económicos y culturales al momento de pensar los dispositivos de atención. Se proyectan tratamientos “a puertas abiertas” a efectos de consolidar la integración social. En este marco, el trabaj entendido en un sentido amplio, se postula como un pilar fundamental. Realizaremos entonces un recorrido por los variados proyectos socio-productivos vigentes, signados por los principios de la Economía Social. Para eso indagaremos en diversos ejes: tensiones entre la normativa y su aplicación efectiva; diferencias entre el modelo psiquiátrico hegemónico y el enfoque comunitario para pensar al usuarix como trabajador; relaciones de fuerza entre los actores intervinientes para motorizar u obstaculizar estas experiencias socio-económicas; potencialidades y desafíos para la conformación y sustentabilidad de estos emprendimientos.