rappariel@gmail.com
Autores:
Florencia Guastavino(FFyL - UBA) - florguastavino@gmail.comLuisina Ferrante(FFyL - UBA) - luisina.ferrante@gmail.comAriel Rapp(FFyL - UBA) - rappariel@gmail.com
A partir del decreto con el que se inicia el ASPO en el país, las instituciones educativas de todos los niveles se vieron forzadas a trasladar sus clases a una completa virtualidad. Esto representó un desafío para la comunidad educativa en su conjunto, que fue abordado y analizado públicamente en sus efectos por los diversos niveles: inicial, primario, secundario, universitario. La modalidad de Educación Media de jóvenes y adultxs, ausente en el discurso público, sufrió nuevamente su invisibilización, siendo una de las modalidades menos analizadas a la hora de pensar políticas públicas sobre cómo abordarla durante la pandemia. En el presente trabajo, reflexionaremos sobre la forma en la que se llevó adelante la “continuidad pedagógica” en el Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultxs “Alberto Chejolán”, situado en la Villa 31 de CABA. Nos centraremos en las dificultades que atravesó esta comunidad educativa y en las estrategias que se desarrollaron desde el equipo docente para poder llevar adelante las clases, especialmente centrándonos en el sostenimiento del vínculo pedagógico en un contexto de ausencia de recursos desplegados por parte del Estado. Desde esta experiencia, buscaremos reflexionar sobre las formas en las que se desarrolló la EMJA en tiempos de pandemia. ¿Cómo generar y profundizar los vínculos pedagógicos a la distancia?, ¿a partir de qué herramientas se puede sostener realmente la “continuidad pedagógica”? Serán algunos de los interrogantes que abordaremos.
