Sur, pandemia y después

El espacio público, en tanto espacio compartido de encuentro con une otre, y como espacio donde se dirimen conflictos es un lugar privilegiado para la participación dentro de la comunidad y el ejercicio de derechos. Les niñes suelen estar excluídes como sujetos con capacidad de participar en sus ciudades, dadas las características profundamente adultocéntricas no sólo de los modos en que concebimos la participación política urbana sino también porque el propio espacio urbana está pensando desde una mirada adulta. La etnografía es un método privilegiado para conocer y reflexionar acerca de aquellas prácticas y sentidos que los sujetos cotidianamente ponen a jugar en sus vidas, por medio de los cuales construyen y producen la ciudad. De este modo, este trabajo se propone indagar en los diversos saberes que un grupo de niñes que vive en la villa 31 de la Ciudad de Buenos Aires construyen sobre el espacio barrial en tanto espacio disputado generacionalmente, por un lado, y por el otro, sobre la relación del barrio con el resto de la trama urbana. Sostenemos que les niñes no sólo construyen sentidos sobre el barrio sino que elaboran propuestas concretas para su intervención que parte de sus experiencias allí.